domingo, 17 de diciembre de 2017

El espíritu del Rio




El siguiente relato tiene lugar Martínez (Específicamente a la vera del Rio Paraná). Allí, una seguidora de la página que llamaremos Daniela se encontraba caminando con su novio en plenas vacaciones. Era de noche. Una de esas noches nubladas y oscuras perteneciente al noveno día del mes de febrero alrededor de la una y media de la mañana.

Ellos se encontraban sentados en uno de los bancos con vista al rio del lugar. Fue luego de una larga charla de enamorados cuando “algo” había llamado su atención. Una extraña sombra se movía en la orilla. La misma se encontraba a unos veinticinco o treinta metros, pero era extrañamente visible en la oscuridad. Según Daniela esta cosa parecía reptar y tenía cierta mezcla entre un humano y un animal.

Esta sombra capto su atención de cierto modo que la perturbo. Por eso mismo tomo con fuerza la mano de su novio y, sin decirle sobre lo que había sido testigo, le pidió abandonar el lugar. Cierto dolor y profunda tristeza se apoderaron de ella de tal forma que no pudo romper en llanto una vez se encontraban ya dentro del auto que tenían estacionado en el lugar.
Algo que llamo poderosamente la atención de la chica era la fisionomía de esta entidad. Destaco unas grotescas y extrañas extremidades.
Esa noche comenzó el insomnio que la acompaño por una buena cantidad de tiempo.

Era cosa de despertarme en mitad de la noche – Me comento Daniela en el correo electrónico – y me sentía de tal forma observada y extrañamente acompañada que no podía dormir hasta que la luz de la mañana se filtrara por las ventanas.

Luego de un mes de esa extraña vivencia Daniela decidió enviar en un correo su pequeño pero atrapante relato. Con su permiso opte por consultarle a Patricia (Una amiga personal que tiene una amplia experiencia en el campo del ocultismo y la parapsicología). Su respuesta fue sumamente interesante. Por eso mismo me tomo el atrevimiento al obtener su permiso para no solo darle una respuesta sobre lo sucedido a Daniela sino para compartirla con el resto de los lectores:

Esas “manifestaciones” son frecuentes a la orilla de los ríos o de los mares – Me explico a través de un mensaje Patricia – Las mismas pertenecen a las personas que fueron muertas dentro del agua. Ya sean asesinadas o por muerte accidental. Este tipo de manifestaciones se vieron mucho en la época militar porque eran arrojados aún con vida al agua a muchos inocentes.

Lo extrañamente curioso resalto cuando me comento sobre la forma de esta sombra. Al parecer con el pasar de los años estas almas en pena se descomponen, por decirlo de una manera, y cambian de forma hasta obtener formas aberrantes. No siempre el espíritu que abandona la carne se mantiene en la forma de su cuerpo terreno.

Cabe destacar que una persona con cierta sensibilidad puede llegar a tener contacto con ellos y así abrir un canal con esta entidad. Comúnmente a este fenómeno se le llama percepción.
En este primer encuentro Daniela genero empatía con esta anima y el canal que abrió con ella quedo de cierta forma abierto. Por eso mismo por un tiempo considerado se sintió acosada con esta extraña presencia.

Fuente: Buenos Aires Obscura

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